Por mi trabajo estoy acostumbrado a trabajar con distribuidores, pero muchas empresas tratan de “saltarse” al distribuidor, para ahorrarse el margen del mismo. Gracias a Internet, este fenómeno es cada vez más frecuente, pero a pesar de ello, los distribuidores hacen una gran función: conocen muchos productos, asesoran, dan financiación, almacenan, dan servicio postventa, etc. Luego dan unos servicios que tienen que cobrar por ello.
Ahora que estoy vendiendo mi casa, me he encontrado que pasa un fenómeno similar con las inmobiliarias. Muchos compradores no quieren comprar una casa a través de la inmobiliaria porque piensan que por culpa de ellas el precio es más caro. Lo que la gente no comprende es que si el comprador paga lo que está dispuesto a pagar y el vendedor cobra lo que quiere cobrar, qué más da que la inmobiliaria se lleve una comisión?
Muchas personas no valoran el valor de la inmobiliaria, y piensan que sin ellas conseguirían el precio más barato. Esto no es del todo cierto, ya que gracias a las inmobiliarias, muchos compradores y vendedores se conocen, cosa que de otra forma no pasaría. Es decir, sin ellas probablemente el comprador y el vendedor no se conozcan mucho. Además, la inmobiliaria aporta más valor, que es el de velar por que las cosas se hagan correctamente, y ayudará con el contrato de arras, con asesoramiento de formas de pago, e incluso hipotecas.
En nuestro caso tenemos el piso anunciado en 8 portales de inmobiliarios, en mi web y hemos puesto algún anuncio en el periódico. Además trabajamos con una inmobiliaria porque nos trae tantos clientes como los que nosotros somos capaces de atraer, luego está haciendo una gran labor.
