Este artículo es parte de mi libro «El Tao del Emprendimiento», que habla de emprendimiento y gestión empresarial. Está publicado por Gestión 2000 (Grupo Planeta) y disponible en cualquier librería.
Este libro cubre todo el camino que debe recorrer un emprendedor o un ejecutivo de una empresa. Da una visión 360º sobre la gestión empresarial y todo lo que se debe saber a la hora de montar una Startup, desde cómo montarla, cómo tener una estrategia, cómo controlarla, hasta finalmente si el desenlace es cerrarla, cómo cerrarla sin tener el emprendedor responsabilidades hacia los deudores. Para ejecutivos de las empresas, da una visión general de la misma, desde el punto de vista estratégico, financiero, recursos humanos y de la gestión del tiempo del propio ejecutivo.
El emprendedor es el aspecto clave más importante que determina el éxito o fracaso de una Startup. Un hábil emprendedor puede conseguir construir una buena empresa a pesar de que su idea de negocio sea mediocre. Igualmente, un emprendedor mediocre puede tener una idea brillante y sin embargo es incapaz de implementarla en el mercado. Es por esto por lo que los inversores, por muchos análisis que hagan, apuestan en primer lugar por el emprendedor y en segundo por la empresa, pues son conscientes que alguien con empuje y capacidades logrará superar todos los obstáculos que se le presenten y por tanto harán que su inversión sea rentable.
A los emprendedores nos deberían llamar locos, pues arriesgamos nuestro patrimonio, nuestro tiempo e incluso nuestra salud y nuestras relaciones por sacar adelante una empresa que tiene un 95% de probabilidad de no seguir en pie tras 4 años de andadura.* ¿Quién se jugaría a un número de la ruleta todo su patrimonio, así como su salud y sus relaciones profesionales?. Nadie, sin embargo, los emprendedores hacen esto sin mirar atrás con la esperanza de recuperar la inversión al hacer un Exit (salirse de la compañía vendiendo sus acciones) o para conseguir una empresa rentable que le aporte suficientes beneficios para mantener sus necesidades económicas.
*Libro negro. Fernando Trias de Bes
Pero una gran mayoría de los emprendedores no conocen la estadística de mortandad de las Startups y se embarcan con ilusión en un camino que es mucho más complejo del que se pueden imaginar.
El emprendedor primero es persona y luego es emprendedor y es por esto que los autores tenemos que ayudar a los emprendedores a mantener su motivación y su impulso. Tenemos que trabajar con los rasgos de personalidad que aumentan la capacidad de éxito, así como prepararlos para que ocurra lo que ocurra no pierdan la vida en ello.
En este capítulo y en el siguiente hablaremos del emprendedor para que conozca sin tapujos a lo que se va a enfrentar y para darle algunas herramientas que le puedan servir en su camino.
✔ Implicaciones negativas de emprender
Emprender está sobrevalorado. Tendemos a ver a los emprendedores como personas de éxito que arriesgan todo por una idea, que tienen libertad de horarios, no tienen jefes, trabajan en lo que quieren y en lo que les motiva, pueden llegar a ganar mucho dinero…
Todo esto es cierto, sin embargo, el emprendimiento trae consigo una serie de facetas hacia nuestra vida que no siempre medimos bien y que luego traen grandes consecuencias.
No voy a hablar de los aspectos positivos, pues si estás leyendo este libro ya tendrás tú mismo un montón de argumentos de por qué quieres emprender o por qué te interesa el tema de los emprendedores.
Voy a contarte aquellos puntos que se ven altamente afectados en nuestra vida cuando emprendemos.
El primero es el tiempo. Emprender no es tener un trabajo de 8 horas al día y 5 días a la semana. El emprendedor trabaja mucho más de 40 horas durante la semana y trabaja también los fines de semana. El emprendedor arriesga tanto y se preocupa tanto, que pone toda su atención y energía en la Startup y está pensando en ella constantemente.
Estrés y preocupaciones. Un trabajador por cuenta ajena le puede ser fácil desconectar cuando sale de trabajar y no preocuparse por su trabajo hasta el siguiente día. Al emprendedor le es imposible, puesto que la Startup es su bebé, es su prioridad. ¿Acaso una madre no se preocupa en todo momento por su hijo?. Pues el emprendedor lo hace con su Startup, está preocupado las 24 horas del día, los 365 días. Es por eso por lo que una cualidad buena para no sufrir con la Startup es tolerar bien la incertidumbre y ser capaz de desindentificarse con la empresa.
Las relaciones personales. Como dedicamos tantas horas y estamos tan centrado en la compañía es fácil que nuestras relaciones personales se deterioren, en especial las de la pareja. La Startup pondrá a prueba la relación de pareja porque al otro le será imposible entender tanta dedicación y en cierta medida la atención que se pone a la startup la sentirá como si hubiese sido desplazado por otra persona.
Económicas. Las implicaciones económicas también son mayores de lo que uno se piensa, pues son mucho mayores que el dinero que se invierte en la compañía. Como veremos luego en el coste de oportunidad y en el lucro cesante. Cuando montamos una Startup por lo general nos pagamos menos de lo que haría un tercero y eso genera que perdamos el dinero que ganaríamos si hubiésemos estado trabajando por cuenta ajena. Además, es frecuente que el dinero que nos pagamos nos dé para cubrir una serie de meses tirando con ahorros, porque esperamos podernos pagar más unos meses porque esperamos que la Startup ya haya arrancado. Bueno, pues lamentablemente eso no es así y nos comemos esos ahorros y tenemos que hacer juegos malabares para poder llegar a fin de mes.
Salud. La Salud Física algunos emprendedores las mantienen haciendo deporte o yendo al gimnasio como válvula de escape de la Startup. Sin embargo, a otros muchos el estrés les hace comer mal, comer en horarios caóticos, estar picando produciendo incremento de peso y alterando los valores de las analíticas de sangre. La Salud mental afecta a casi todos los emprendedores en los momentos que las cosas no van bien en la compañía y les produce insomnio, estrés, ansiedad. Esto es lógico pues están preocupados por la evolución y la supervivencia de su bebé, la empresa, pero el emprendedor debe tener cuidado de que eso no se prolongue en el tiempo pues si no aparecerá la depresión o alguna otra enfermedad física o mental grave.
Sufrimiento. Si nos identificamos mucho con la Startup sufriremos mucho, pues cada altibajo que ésta sufra y que con seguridad sufrirá, lo llevaremos a la parte personal y eso nos hará sufrir. También sufriremos si somos demasiado impacientes, si somos muy rígidos, si no nos gusta la incertidumbre o si no nos gusta salir de nuestra zona de confianza. Y es así, cuantas más carencias tengamos, aunque las podremos compensar con otras fortalezas nuestras, siempre nos traerán el maldito sufrimiento en la proporción de las carencias que tenemos.
✔ Coste de oportunidad
Emprender siempre cambia la vida. Es una experiencia que es tan gratificadora que la mayoría de los emprendedores experimentados diremos que es mejor vivirla, con independencia de lo que les ocurra a nuestras Statups.
Las startups fracasan, pero un emprendedor nunca lo hace pues aunque pierda mucho en el camino habrá tenido una experiencia personal, profesional y espiritual que con el tiempo verá que le ha reportado a largo plazo grandes cosas, aunque en el corto plazo le haya hecho perder muchas otras y le haya hecho sufrir mucho.
Acabamos de ver que cuando se emprende puede haber grandes implicaciones negativas, en especial si carecemos de algunas características de carácter de un emprendedor excelente. El objetivo de este apartado es ampliarte la visión y hablarte del coste de oportunidad de un emprendedor. Tendemos a lanzarnos a montar una Startup guiados por nuestras motivaciones internas, sin embargo, no somos conscientes en la mayoría de los casos lo que a corto y medio plazo perdemos.
El coste de oportunidad es un término financiero que significa el beneficio al que renunciamos cuando tomamos una determinada decisión. En otras palabras, son los beneficios que podríamos haber obtenido de haber escogido una opción alternativa a emprender.
Para un emprendedor el coste de oportunidad es muy grande, puesto que la alternativa a no haber emprendido es la suma de los ahorros invertidos en la empresa y el salario y carrera profesional que hubiéramos tenido de trabajar por cuenta ajena.
Es precisamente por eso que el salario del emprendedor debe ser un salario de mercado, ya que de otra forma no solo arriesga el capital invertido, sino que hay un diferencial económico con lo que podría estar ganando y no gana por pagarse poco. Aunque a los emprendedores nos da cosa sacar este tema ante un inversor, cualquiera nos ayudará a que establecer nuestro sueldo de mercado dentro de unos límites razonables.
También el coste de oportunidad incluye la posible carrera profesional que podría seguir el emprendedor trabajando para otros. Cuando trabajamos para otros podemos ganar más dinero y tener un crecimiento en una empresa establecida que no tenemos en una Startup.
Los emprendedores tenemos que ser muy conscientes de esto, pues en más ocasiones de lo que uno se piensa, las pérdidas económicas por dejar de trabajar para otros nos dejan tan indefensos que las Startup termina resintiéndose.
Una persona que no llega a fin de mes, no puede tener la cabeza suficientemente organizada para poder dirigir una empresa. Como explicaba Maslow con su famosa pirámide, un emprendedor que no llega a fin de mes, no tiene sus necesidades básicas cubiertas, por tanto, no puede pensar en sus otras necesidades y menos todavía en las de la Startup.
Cuando analicemos nuestro coste de oportunidad y el salario al que renunciamos (también llamado lucro cesante) tenemos que ser muy fríos en los cálculos y una vez hecho tenemos que hacernos las preguntas: ¿tenemos dinero suficiente para emprender? ¿la carrera profesional que sacrifico por emprender se compensa con la carrera profesional como CEO de una startup? ¿es mejor que continuemos con la Startup o es mejor dejarla porque el coste de oportunidad es demasiado alto?
Todas estas preguntas nos tenemos que hacer a la hora de emprender puesto que si no es posible que estemos haciendo el tonto y nuestra idea idealista del emprendimiento nos esté costando más de lo que pensamos.
Cuando nos hagamos estas preguntas no tenemos que hacernos trampas al solitario, tenemos que ser racionales y sinceros con nosotros mismos y luego ya tomaremos la decisión que corresponda. Hacerse estas preguntas es muy interesante cuando tenemos una compañía estancada en la que nos pagamos poco, ya que probablemente la respuesta será dejar la compañía. Luego, en la decisión, metemos otras variables como compromisos que tenemos con terceros, permanencia del pacto de socios, etc.
Cuando hagamos el ejercicio tenemos que olvidarnos del pasado y solo pensar en el presente o en el futuro. Las pérdidas o ganancias del pasado son costes hundidos, que significa que son costes que ya se han producido y que no recuperaremos; por tanto, no deberíamos considerar en la decisión.
Un ejemplo para ver el coste de oportunidad y el coste hundido es con el coste de una inversión en acciones de bolsa. Cuando uno decide si seguir manteniendo las acciones o vendarlas, tiene que olvidar el pasado y sólo tiene que mirar el futuro. Da igual que en el pasado haya ganado o perdido el dinero, lo que hay que pensar es si a día de hoy compraríamos acciones por su potencial de crecimiento o venderíamos por la tendencia negativa que sigue la compañía.
A mí me encanta la siguiente frase, si hoy no estarías, ¿por qué estás?. Es simple pero contundente. Viene a decir que si hoy no invertirías en esas acciones, ¿por qué sigues con ellas?, la respuesta es que nos anclamos al pasado y muchas veces esperamos recuperar lo perdido o mantener las ganancias, pero no tiene sentido si las perspectivas de invertir en la compañía son negativas. Con la Startup pasa lo mismo.
✔ ¿Cuáles serían las características de un emprendedor dejando de lado las competencias técnicas?
Antes de emprender yo tenía 5 años de experiencia siendo director general de dos empresas y 10 años en desarrollo de negocio. Había triplicado las facturaciones de las dos empresas, así como sus beneficios. Además, tenía un MBA en una prestigiosa escuela de negocios.
Era un gran negociador y había gestionado todo tipo de equipos. Sobre el papel de mi Curriculum Vitae era un emprendedor con un alto potencial.
Sin embargo, a la hora de la verdad no estaba tan preparado y nadie me advirtió de ello, ni me explicaron lo que supone una startup a nivel emocional. Además, yo tenía un perfil flexible, formado, optimista, luchador y honesto, sin embargo, carecía de la capacidad de no identificarme con la Startup, así como la capacidad de vivir en un mundo totalmente incierto y sumamente volátil. Esto me hizo me hizo sufrir muchísimo pues cualquier obstáculo me lo llevaba a la parte personal y cuando alguien hacía algo en contra de los intereses de mi empresa era como si me hicieran a mí mismo las cosas. La incertidumbre me mataba, sentía un desazón por no poder planificar y no poder saber qué podía ocurrir al mes siguiente.
El periodo en que sufrí por la Startup comenzó tras los tres primeros años que todo era ilusión, trabajo duro pero gratificante. Al cuarto año vino la competencia, hubo problemas entre los socios, el mercado había cambiado y un largo etc. Durante 4 años que se dice pronto seguí al frente de la compañía sufriendo lo indecible por la sobreidentificación que tenía por ella y por la incertidumbre de estar muy cortos de caja y tener la presión moral de no hacer perder la inversión en mi empresa de familiares y amigos.
Es por esto por lo que he escrito esta sección, para que conozcas que capacidades no técnicas tienes y cuáles no. Mi recomendación es si careces por completo de alguna, mejor no emprendas porque si no con seguridad sufrirás.
Ahora veremos qué características no técnicas tiene que tener un emprendedor de éxito. Si no las tienes no significa que tu compañía no vaya a llegar a buen puerto, significa que sufrirás mucho en el camino.
Las empresas no suelen fracasar por falta de competencias técnicas de sus emprendedores, sino debido a motivos más sencillos: problemas personales, desavenencia con los socios, miedos, errores, falta de sentido común, etc. Todas estas cosas hacen que la compañía no sea viable. Es decir, tienen que ver en muchos casos el éxito y el fracaso de la Startup tiene que ver con emprendedor y sus circunstancias. *
* libro negro. Fernando Trias de Bes
El emprendedor es una persona y como tal tiene sentimientos y tiene que ser capaz de gestionarlos para que su empresa no se convierta en una condena. Las claves del éxito de un emprendedor con independencia del proyecto que saque al mercado son:
- Capacidad de tolerar la incertidumbre
- Espíritu luchador y Resiliencia
- Desidentificación con la Startup
- Espíritu de sacrificio
- Ilusión y Optimismo
- La paciencia y el tesón
- Flexibilidad
- Foco y priorización
Si tienes todas estas características eres un emprendedor privilegiado. Podrás emprender y te vaya como te vaya disfrutarás del camino, así como sacarás una buena experiencia. Sin embargo si te faltan más de dos de estas características, emprenderás pero a base de estrés y sufrimiento, vivirás épocas muy bonitas, pero también otras muy oscuras, salvo que tengas la suerte de que todo vaya como la seda en todo momento.
El que tiene carencia de alguna de estas características puede ser igual o mejor emprendedor que el que cumple todas, la única diferencia es que le costará más, eso sí, al final del camino probablemente aprenda personal y profesionalmente más, puesto que todos sabemos lo del dicho “la letra con sangre entra” o que se aprende más de los errores que de los aciertos.
Veamos una por una cada una de las características.
✔ 1 Capacidad de tolerar la incertidumbre.
Esta es la capacidad que no tenía y que tuve que compensar a base trabajo duro, motivación y pagando el peaje de un gran sufrimiento.
Una Startup intrínsecamente es incertidumbre en sí misma. Crear una startup para competir en un mercado es tan volátil que nadie es capaz de predecir exitosamente si las compañías vivirán e medio o largo plazo. Por eso a la inversión en Startups se les llama capital riesgo.
En la startup no sabes cómo irán las ventas, no sabes cuántos problemas te encontrarás en el camino (y son muchos), no sabes si tendrás la caja suficiente para que los ingresos compensen a los gastos, no sabes cómo reaccionará la competencia, etc, etc, etc
Si un emprendedor trabajara para un tercero no le sería demasiado complejo de gestionar la incertidumbre si es que esta existiese (que no la hay ni por asomo en los niveles de una Startup), pues lo peor que puede pasar es que le echen.
Sin embargo, el emprendedor no sólo se juega sus ingresos, sino los ahorros suyos y del resto de amigos o familiares que han puesto dinero con él. Y eso es una mochila mucho más grande de la que uno se puede imaginar. Convences a las personas que más quieres para que inviertan sus ahorros en tu compañía, y estás constantemente a punto de perderlos. No solo pierdes tu trabajo, tus ahorros, tu proyecto, sino que haces perder dinero a tus seres más queridos ¿Cómo no va a ser esto una mochila?
Bueno, es así. La mejor forma de protegerte de esa deuda moral que adquieres con todos tus seres queridos es decirles desde el principio, aun a riesgo de perder las inversiones, que su dinero lo pueden perder y que las probabilidades dicen que lo perderán salvo que seas del 5% de empresas que supera los 4 años.
Ante este entorno dinámico y altamente cambiable es difícil hacer planes a largo plazo. Si un emprendedor no puede con la incertidumbre, lo mejor que puede hacer es irse a trabajar para otros u opositar. Una startup es incertidumbre, es cambio constante y no puedes hacer nada para cambiar esto. O lo asumes, o lo dejas o sufrirás por ello, no hay otra opción.
Te parecerá una tontería lo de la incertidumbre, pero ponte en cualquiera de los siguientes casos teniendo en cuenta que has invertido varios años de tu vida en el proyecto, has puesto tus ahorros en la Startup, así como tus mejores amigos y familiares :
- Llega el verano y debido a las bajadas de ventas de verano sabes que no podrá pagar de agosto en adelante. También has buscado financiación y no aparece ¿Cómo te sentirías?
- Has conseguido un gran cliente que te cubre los gastos fijos y por cambio de dirección en la otra empresa, sin previo aviso, cancelan el contrato dejándote sin liquidez más que para un mes. ¿Qué sensación tendrías?
- Tras varios años de funcionamiento te das cuenta que un socio o un empleado clave está engañando a la compañía pero no puedes despedirlo directamente porque no lo permite su contrato o porque es una persona clave. ¿te sentirías impotente?
- La startup lleva meses trabajando en un nuevo desarrollo tecnológico que soluciona los errores de la anterior plataforma y llegado el día de entrega te enteras que no está desarrollado del todo y le quedan 6 meses más para hacerlo, pero tú te habías comprometido tenerlo para esa fecha. ¿Te frustrarías?
- Etc, etc, etc….
Por estos escenarios pasará cualquier emprendedor o situaciones similares. Serán estos ejemplos o serán otros, pero impepinablemente debido a la incertidumbre intrínseca en una Startup, el emprendedor tendrá que vivir con la incertidumbre y la aparición de problemas.
La incertidumbre también tiene un efecto curioso y es que el emprendedor está en una montaña rusa de emociones. Un día está muy arriba porque ha conseguido un gran cliente, pero por la tarde se le cae la plataforma o se despide un empleado clave. Son situaciones muy cargadas de emoción por las connotaciones económicas que tienen y sin embargo ocurren con extremada frecuencia. Si el emprendedor no es capaz de aguantar con la incertidumbre, se vendrá arriba con las noticias buenas y se vendrá abajo en las malas. El que sufra más o menos en el proceso dependerá si se identifica demasiado con la compañía o tiene una mochila de seres queridos que han puesto dinero muy grande y si es una persona resiliente o no, es decir, si se recupera rápidamente de las cosas malas.
Al respecto de la incertidumbre es importante que sólo sea el CEO el que la manaje y al equipo hay que transmitirle tranquilidad y seguridad, puesto que si dejamos que la incertidumbre esté en toda la empresa, entonces el equipo se asustará, no hará bien las cosas y se pondrá a buscar otro trabajo.
✔ 2 Espíritu Luchador, Resiliencia
El espíritu luchador es condición necesaria para cualquier emprendedor. Por definición un emprendedor crea una Startup con un concepto novedoso y por tanto se encontrará multitud de obstáculos en el camino. Si no es capaz de luchar cada obstáculo, será imposible que la Startup prospere, pues a la mínima de cambio el emprendedor tirará la toalla y eso para cualquier inversor es inaceptable (sea profesional o sea familia).
La resiliencia es una capacidad que nos permite asumir con flexibilidad situaciones límite y no solo sobreponernos de ella, sino de hacernos más fuertes. Los emprendedores son personas que luchan “a muerte” para sacar adelante sus proyectos y que ante los problemas que se les presentan no sólo se levantan, sino que salen fortalecidos. Si te gusta Marvel, los emprendedores somos como el capitán América, que cada vez que nos tumba se levanta a esperar el siguiente golpe.
Como hemos visto emprender es como montarse en una montaña rusa de sentimientos y sensaciones. Tiene la parte bonita de que siempre ocurren cosas y tenemos un día a día cambiante, pero por otro lado es muy duro si no tenemos la suficiente fortaleza para aguantar, así como producirán el estrés acumulado nos llevará si no somos suficientemente resilientes a un “burn out” (estar quemados) y a sufrir mucho más de lo que cualquier persona se imagina.
Pero bueno, la vida del emprendedor es así. Si no aceptas bien la incertidumbre, no eres luchador y no eres resiliente, mi recomendación es que ni te propongas emprender, pues si lo haces vas a sufrir por el camino más de lo que te puedas imaginar.
Sin embargo, si crees aceptas razonablemente bien la incertidumbre, eres un luchador y eres una persona con resiliencia, entonces podrás encontrar en el camino de la Startup un camino maravilloso en el que con seguridad crecerás personalmente y profesionalmente.
✔ 3 La desidentificación con la Startup
Toda persona que trabaje con ilusión en un proyecto se siente en cierta medida identificado con él. Esto les pasa a todos los empleados de una empresa cualquiera que les guste lo que hacen y que el propio trabajo les emocione y motive. Les pasa a los empleados por cuenta ajena que abrazan la marca de su empresa y se siente orgullosa de ser parte de ella. A un emprendedor le pasa esto, pero multiplicado por 100 o por 1000. Porque además de ser como un empleado, es accionista y es como un artista que deja plasmado en su obra parte de su esencia y por eso se identifica con la compañía en exceso.
Como todo en la vida, las cosas en exceso pasan factura. Y la factura que pasa con la identificación con la empresa es el estrés que se produce ante circunstancias adversas y que nos mantiene preocupados la mayor parte del día. Un estrés que se mantiene día tras días y que se va acumulando hasta un punto que hace que nos quememos (burnout) o que tengamos problemas de salud físicos o mentales.
La identificación con la Startup hace que cada situación adversa que ocurra la veamos como un problema, no solo hacia la compañía, sino hacia nosotros. Nos sentimos continuamente agredidos y eso no es sostenible en el tiempo.
Los obstáculos que nos encontramos, lo vemos con frecuencia como problemas personales. Es por esto que muchos emprendedores y empresarios sufren continuamente. Pero este sufrimiento innecesario les hace menos efectivos y les hace tomar peores decisiones.
El sufrimiento producido por la identificación con la startup es igual de grande con el sufrimiento que tiene cualquier persona que tiene circunstancias adversas complejas como la muerte de un familiar, problemas para pagar la hipoteca o divorcios. Sí, es tan grande como estas cosas y a eso nos tenemos que acostumbrar los que nos identificamos con las empresas o tenemos que aprender a tomar distancia de la misma, la meditación podrá ayudarnos a ello.
Cuando estamos identificados con la startup tenemos asumir que aparecerán retos o problemas que tenemos que solucionar y no pasa nada si finalmente no lo conseguimos. Si al final la compañía no evoluciona como esperábamos no pasa nada, es lógico, pues estamos con una startup.
El riesgo de la pérdida de la inversión de familiares y amigos no nos debe afectar, pues han invertido en un proyecto de alto riesgo. La pérdida nuestra de la inversión la tenemos que ver como un coste hundido (coste pasado que no determina las decisiones de inversión en el presente) y la pérdida de trabajo la tenemos que ver como una oportunidad de una carrera profesional con terceros o para crear otra empresa con los aprendizajes adquiridos.
✔ 4 Espíritu de Sacrificio
Cuando un emprendedor no tolera la incertidumbre puede compensar esto si es luchador y tiene un carácter resiliente.
Cuando los dos factores fallan, la única herramienta que tiene el emprendedor es el espíritu de sacrificio. Cuando un emprendedor tiene espíritu de sacrificio podrá compensar cualquiera cosa con él, eso sí, con un peaje que puede ser demasiado caro que es su estabilidad emocional.
Gracias al sacrificio somos capaces de afrontar cualquier situación adversa, pero debemos tener en cuenta que el peaje que pagamos es estrés, salud mental y salud física.
Todo el mundo puede pasar por una época complicada sin mayores complicaciones, pero un emprendedor que lleva muchos años sufriendo por la compañía en un momento u otro se romperá. Se romperá porque tendrá antes o después un problema de salud físico u otro de índole mental como el “burnout” o la depresión.
Si la evolución de la compañía lleva al emprendedor a tener problemas de salud física o mental, la Startup está condenada al fracaso puesto que el emprendedor aunque quiera no podrá dar lo que las circunstancias le demanden.
Y este es un punto que no he entendido en el ecosistema inversor. Cuando los inversores profesionales ponen dinero en una compañía valoran las capacidades del emprendedor, sin embargo, una vez puesto la inversión sus decisiones se vuelven financieras y no valoran cómo sus acciones puedan repercutir en la principal clave de éxito que es la motivación del emprendedor.
Es decir, creo que en España debería haber un cierto cambio en el ecosistema emprendedor, en el que no se apueste sólo por las compañías, sino también por el bienestar del emprendedor.
Un emprendedor quemado o con serias diferencias con sus inversores, ¿Cómo puede permanecer motivado y sacar adelante la compañía? ¿Se deja de creer que el emprendedor es el factor fundamental de éxito por encima de los indicadores económicos?
No digo que los inversores deban dar carta blanca a los emprendedores, lo que digo es que los inversores deberían mimar mejor al estado de ánimo del emprendedor. Si no lo hacen se encontrarán que sus emprendedores maquillan las cifras y si el emprendedor se rompe, la empresa está condenada a fracasar.
El emprendedor de éxito siempre tiene un gran espíritu de sacrificio que le hace compensar sus carencias y las carencias de la Startup. Sin embargo, si el sacrificio se mantiene en el tiempo es una bomba de relojería pues pasado cierto punto el emprendedor se puede venir.
El espíritu de sacrificio es el que lleva al emprendedor al trabajar más de 40h semanales en su empresa, pues sabe que es necesario para el crecimiento de la misma. El peaje que paga por esto es que sus relaciones personales serán desatendidas y es posible que se deterioren hasta límites que no sean recuperables, en especial con la pareja.
✔ 5 Ilusión y Optimismo
La ilusión y el optimismo son dos características intrínsecas en el buen emprendedor. Cuando un emprendedor cree en una idea irradia ilusión e irradia optimismo. Esto es importante porque compensará la posible falta de tolerancia a la incertidumbre o la identificación con la compañía.
Siempre hay personas que ven el vaso medio vacío y otro medio lleno. El emprendedor debe ser de las personas que lo ve medio lleno y ve las oportunidades que hay a pesar de las debilidades que él o la compañía tienen.
Los auténticos emprendedores no contemplan la posibilidad de fracaso pues es mirar el vaso medio vacío. Ellos son capaces de ver oportunidades en todas partes y estar por encima de las debilidades de la compañía.
Si alguien tiene ilusión y optimismo, cualquier proyecto lo llevará adelante siempre y cuando las circunstancias no se lo impidan demasiado.
La ilusión es el combustible que mueve al emprendedor y que le permite superar cualquier situación que se le avecine.
Además, un emprendedor con ilusión y optimismo manifiesta un entusiasmo que es contagioso dentro de la compañía como con clientes, proveedores o inversores.
Todos queremos cerca nuestro gente sonriente, gente feliz y gente con entusiasmo. Si el emprendedor tiene todas estas cualidades se encontrará con las puertas abiertas que para otros están cerradas.
Sin embargo, por mucha ilusión y optimismo que se tengan, si el emprendedor no es luchador y no tiene un alto espíritu de sacrificio, esa ilusión se desvanecerá pronto o hará que el emprendedor se convierta en un vendedor de humo.
✔ 6 La paciencia y el tesón
Las Startups no se vuelven líderes o casos de éxito en poco tiempo, necesitan un periodo de maduración mucho mayor del que inicialmente considera el emprendedor. Es por esto que otro factor del emprendedor que es importante para el éxito es su paciencia y su perseverancia o tesón.
Cuando yo emprendí a mí me dijeron que las cosas tardan el doble de lo que esperábamos, cuestan el doble y se vende la mitad. Personalmente comprobé que no solo esto es cierto, sino que las cosas aún cuestan más y lleva más tiempo deseado en obtener recursos.
He contrastado la experiencia con otros emprendedores, y salvo casos extraordinarios, todos han comentado que efectivamente todo les llevó mucho más tiempo, más costes y más recursos de lo que inicialmente penaban.
No se puede montar una Startup y pretender que a los dos días sea una gran compañía de éxito. Esto no sólo es un pensamiento inocente, sino un peligroso pensamiento. Las startups como cualquier planta necesita tiempo para primero poner sus raíces sobre las cuales basará su crecimiento.
El tiempo necesario nadie lo sabe, por eso hay tantos casos de Startups que están a punto de quebrar, pero en el último momento sucede algo que las mantiene a flote y empiezan a crecer al ritmo que necesitan.
Así que tranquilidad, no esperes resultados a corto plazo y mira en el medio y largo plazo. Si el trabajo está bien hecho, antes o después vendrán los resultados, pero salvo que te toque la lotería, los resultados no vienen a la primera de cambio.
En todos los casos que conozco en los que a la Startup le ha ido bien, es porque el emprendedor ha tenido paciencia, peseverancia y tesón que le ha permitido poco a poco solventar los obstáculos que se han encontrado.
Tesón y perseverancia no significa dormirse en los laureles, significa hacer en el corto plazo lo que tenemos que hacer esperando los frutos en el medio o largo plazo.
✔ 7 La flexibilidad
Una Startup nace en un mundo incierto y cambiante y por lo tanto es importante que se adapte a las circunstancias que pudieran acontecer.
Los emprendedores deben ser personas flexibles que no se anclan a sus prejuicios iniciales, ni a sus ideas iniciales. Si un emprendedor es obstinado, las Startup estará condenada al fracaso puesto que el emprendedor no escucharía las demandas del mercado y no sería capaz de adaptar la estrategia de la compañía a las verdaderas necesidades del mercado.
Una Startup necesita ser dirigida por una persona flexible que se adapte a las circunstancias del mercado y de la compañía para poder ajustar la propuesta de valor de la Startup a lo que realmente demanda el mercado, y así proteger la ventaja competitiva que pueda tener y protegiéndose de cualquier movimiento de la competencia.
La persona flexible es una persona que se adapta a las circunstancias que se encuentra y que no se ata a ideas preconcebidas. La dinámica de una Startup es sumamente incierta y cambiante y por ello se necesita de un emprendedor que también lo sea.
La flexibilidad está relacionada de alguna forma con la capacidad de tolerar la incertidumbre, así como la resiliencia.
Si no eres una persona flexible y eres obstinado en tus puntos de vista, entonces te recomiendo no emprender, porque si lo haces hay una gran posibilidad de que gastes la caja de la compañía persiguiendo cosas que el mercado no quiere y por tanto la compañía estará abocada al fracaso.
✔ 8. Foco y priorización
Un emprendedor debe saber tomar decisiones, priorizar su día día y el de la compañía, así como gestionar su tiempo. Emprender es como es estar atendiendo a mil cosas a la vez, tanto estás atendiendo un fuego con un cliente como gestionando la parte financiera de la compañía como solucionando un problema con un empleado.
Estamos llenos de cosas que hacer y tenemos muchos focos donde nos piden prestar atención. Esto tenemos que aprender a gestionarlo, por eso en el último momento decidí introducir un último capítulo sobre la toma de decisiones, la priorización y la gestión del tiempo.
Este artículo es parte de mi libro «El Tao del Emprendimiento», que habla de emprendimiento y gestión empresarial. Está publicado por Gestión 2000 (Grupo Planeta) y disponible en cualquier librería.
Este libro cubre todo el camino que debe recorrer un emprendedor o un ejecutivo de una empresa. Da una visión 360º sobre la gestión empresarial y todo lo que se debe saber a la hora de montar una Startup, desde cómo montarla, cómo tener una estrategia, cómo controlarla, hasta finalmente si el desenlace es cerrarla, cómo cerrarla sin tener el emprendedor responsabilidades hacia los deudores. Para ejecutivos de las empresas, da una visión general de la misma, desde el punto de vista estratégico, financiero, recursos humanos y de la gestión del tiempo del propio ejecutivo.