Sentido de Propósito y Resiliencia. Objetivos y Metas.
He escrito un libro llamado “Resiliencia” donde trato en detalle la Resiliencia, las características de una persona resiliente, así como las formas de mejorar cada una de las características. Al final del libro cuento mi historia personal para que veas cómo a lo largo de mi vida y mis circunstancias adversas he ido creciendo y me he ido haciendo cada vez más resiliente.
También si necesitas ayuda para afrontar tu situación actual ponte en contacto conmigo porque te podré ser de gran ayuda. He hecho coaching, cursos de formación y he dado conferencias.
Descarga Libro GratisDescarga Libro GratisMi opinión sobre el propósito en la vida
Hemos visto que cuando el futuro no se acepta, gestionamos mal la incertidumbre y tenemos miedo a nuestra falta de control sobre el mismo. Nuestras energías están mal canalizadas y tenemos sufrimiento. Sin embargo, cuando se acepta la incertidumbre y se confía en uno mismo, entonces el futuro se ve como un mar de oportunidades, que tirará de nosotros para que avancemos en la vida.
Toda esa energía negativa que antes se canalizaba como sufrimiento, la persona resiliente la canalizada como energía positiva, energía que nos empuja a avanzar.
Cuando yo perdí en 6 meses a mi mujer (y la custodia de mis hijos) y perdí el trabajo, acepté con relativa rapidez mi situación. Sin embargo, al caerse los dos pilares de mi vida que me movían a tirar del carro (familia y trabajo), necesité un descanso para tomar perspectiva, recuperar energías y encontrar algún otro propósito por el que avanzar en la vida. Mi vida se había quedado sin propósito, no me deprimí, pero me sentía vacío, no tenía objetivos, ni metas.
En el tiempo de descanso (las personas resilientes saben hacer un alto en el camino para recuperar energías y tomar perspectiva) encontré otro propósito que era montar una empresa y hacerla líder en el sector. Durante unos años crecimos y éramos la referencia del sector, pero apareció la competencia, mucho más grande que nosotros y una infinidad de problemas que cuento en el capítulo de mi vida personal.
Cuando 9 años después la empresa quebró, tras 4 años sometido a un intenso estrés, ansiedad y sufrimiento caí en la depresión y nuevamente dejé de tener un propósito en la vida. Cuando empecé a estar un poco mejor, encontré un propósito temporal, una meta, que era escribir tres libros, uno sobre emprendimiento (“El Tao del emprendimiento”), otro sobre padres y adolescentes y éste libro. Los he escrito no porque vaya a conseguir nada, sino porque disfruto haciéndolo y me enorgullece ser capaz de hacerlo. Este nuevo propósito en mi vida me dio fuerzas para ir venciendo la depresión.
El simple hecho de tener algo por lo que luchar (propósito), visto sin apego al resultado, te genera una energía que sale de dentro, como del estómago, que es una energía enorme que te permitirá sortear cual obstáculo o problema que tengas en tu vida. No importa lo que quieras conseguir, sólo te marca un objetivo, una dirección y te da energías para conseguirlo. Pero el resultado no es importante, lo importante es el camino, disfrutar de él, valorar las cosas que hay de él y crecer con él.
La persona resiliente tiene propósito, tiene metas y se marca objetivos.
Pero ya vimos que el futuro no nos puede quitar la atención del momento presente, del Aquí y Ahora, simplemente tenemos que tener objetivos y metas que hagan que nos movamos en esa dirección sin importar que lleguemos a ellos, disfrutando del camino.
En la analogía del barco que hice antes los objetivos y las metas son el mapa y la brújula; y el propósito es el entusiasmo del capitán que quiere avanzar, pero no a toda costa, quiere avanzar y disfrutar mientras del viaje arribando a tantos puertos como vaya necesitando.
Esa energía interna que da el tener un propósito, unos objetivos o unas metas, nos llena de ilusión, de optimismo y si tenemos autoconocimiento, nos permitirá ver las cosas con perspectiva y crecer con todo lo que nos pase en la vida. Nuevamente, nos hace más resilientes.
Tener un propósito nos permitirá sacar energías de donde parecía que no había y nos dará fuerza para afrontar los problemas y los obstáculos del presente. Nos moverá a tirar para adelante, para avanzar, para adaptarnos a las nuevas circunstancias.
La energía que te da tener propósito en la vida no es como la energía vital que sueles tener, es mucho mayor, más intensa y más duradera. Yo la he tenido en varias ocasiones de mi vida y es difícil de explicarla, pero es como una energía que sale del pecho, del corazón. Es una energía que te levanta ante la adversidad, que te hace estar más activo durante el día, que alimenta la imaginación, etc. Es una energía que te mueve hacia adelante, que deja el pasado atrás y que está pendiente de las oportunidades que se presenten en el futuro.
Tener propósito, objetivos y metas es muy bueno, pero no debemos de apegarnos a los resultados de los mismos para que no se vuelvan contra nosotros y nos causen frustración y estrés. Son una guía de hacia dónde vamos, pero lo importante no es eso, lo importante es el presente y que esas guías actúen como vientos favorables para que nos movamos en una dirección. Lo importante es disfrutar del camino, sea cual sea éste.
No hay que posponer la felicidad como vimos a que llegue ese futuro, hay que disfrutar las cosas Aquí y Ahora, que es el único momento que existe.
Tener como propósito en la vida la familia, el trabajo, los objetivos y las metas tienen un problema y es que son algo externo a nosotros y por tanto se rigen bajo la ley de impermanencia, bajo la ley de la incertidumbre y es posible que nuestros planes se frustren. Una muerte de un hijo, un divorcio, te echen del trabajo, problemas para conseguir las metas, etc.
No podemos controlar todo, hay incertidumbre, tenemos necesidad de control, pero el propósito en la vida nos dará una idea clara hacia dónde queremos ir y acallará los miedos, dará soluciones a los obstáculos y encontrará oportunidades en los problemas.
Es por eso por lo que tenemos que asumir que el camino hacia los objetivos y las metas no siempre por qué ser llano, no tiene por qué ser el planificado, pueden aparecer obstáculos que pueden llegar a ser muy grandes, pero tenemos que tener la flexibilidad suficiente y la madurez suficiente para sortear los obstáculos o cambiar de objetivos y metas. El propósito nos dará la energía y hará que la brújula siempre apunte al norte, la flexibilidad te permitirá afrontar cualquier circunstancia que se te presente. Por eso las personas resilientes son flexibles.
Lo importante no es llegar al destino, sino disfrutar del camino. Vamos a ver el propósito con la analogía de un viaje en coche, pero de forma diferente que antes. El tener propósito es como echar gasolina al coche, le da energías, pero no se queda sólo ahí, marca también un rumbo claro, como si obligase a la brújula a siempre apuntar al norte. Por tanto, por un lado, tenemos energías para acometer lo que tengamos que hacer y por otro nos deja ver qué tenemos que hacer.
A la hora de buscar propósitos o motivaciones es mejor que éstos sean internos y no externos a nosotros, pues los externos se rigen por la ley de la impermanencia y la ley de la incertidumbre y antes o después pueden desaparecer. Los propósitos o motivaciones internos son más permanentes y energetizan mucho más.
Los propósitos internos te llevan a trabajar en algo superior a ti o a trabajar en tu crecimiento personal, espiritual y profesional, no porque queramos obtener algo, sino por el hecho de crecer. Como los animales y las plantas, ese es nuestro propósito último, crecer y vivir la vida.
En el crecimiento hay una automotivación interna enorme, hay sentido en la vida, hay siempre mejora con independencia de las circunstancias, no hay preocupaciones y hay felicidad.
Como he comentado antes, cuando la vida por fin consiguió tumbarme y caí en la depresión, al principio nada me motivaba para vivir o hacer cosas, ni siquiera mis hijos. Lo que me sacó de la depresión fue escribir libros, sin ánimo de que fueran vendidos, sólo con dos objetivos, disfrutar de escribirlos y el segundo que pudieran ayudar alguna vez a alguien. Con que ayuden a una sola persona todo el tiempo empleado ha merecido la pena. Es por eso por lo que este libro, así como el de “Padres y Adolescentes” (www.padresyadolescentes.com) he decido ponerlos online de descarga gratuita para que lleguen al mayor número de personas.
No lo he hecho por sacar dinero, pues creo que apenas sacaré nada, no lo he hecho por el ego de sentirme importante porque por esa etapa de la vida ya he pasado y tengo ya dos libros editados por editoriales de prestigio. Lo he hecho simplemente por el placer de escribir y poder ayudar a otras personas. Es decir, encontré un propósito, motivación o meta, que era intrínseco, no dependía del destino (me da igual se publiquen, si se terminan o no o si gano dinero con ellos) y que me permitía disfrutar del camino (escribir me motiva, hace que sea creativo, me reta intelectualmente, me hace feliz, etc)
Si eres capaz de encontrar algo intrínseco en ti que te permita tener un propósito en la vida, encontrarás con bastante seguridad la felicidad, aunque tengas situaciones adversas.
Si no consigues encontrar tu propósito, pues no es fácil, por lo menos busca tus motivaciones internas y desarróllalas, no porque vayas a conseguir algo con ellas, sino por el simple hecho de hacerlas, verás que tu vida cambiará.
Como ya he mencionado antes, he cursado muchos cursos de metafísica (rama de la filosofía que estudia los problemas centrales del pensamiento filosófico: el ser en cuanto tal, el absoluto, Dios, el mundo, el alma) que hablan sobre el propósito de nuestra vida, el crecimiento de la conciencia, la alineación de la vida con el alma y el universo y del karma. Pero no voy a hablar de eso, lo dejo para mi próximo libro.
Tientes que hacerte preguntas transcendentales del tipo:
¿Cuál es el propósito de nuestras vidas?, ¿Qué nos da sentido a la vida?. La mayoría de la gente ni se pregunta estas preguntas, es decir que están jugando al juego de la vida en el que no saben ni cuál es la meta, ni qué reglas tiene el juego. Y así nos va, ¡Cuánto sufrimiento hay!, ¡Cuántas personas infelices hay!.
Unos me dirán el propósito de su vida es ser felices, entonces ¿qué aporta la felicidad?. En occidente nos han vendido que tener un mejor coche, una mejor familia, una casa más grande, mejor trabajo, etc. Pero nada de esto aporta verdadera felicidad, pues como dice cualquier filosofía oriental, la felicidad viene de dentro, nunca de fuera. La felicidad verdadera se produce cuando somos capaces de vivir el Aquí y Ahora, con Conciencia y disfrutar de cualquier momento, sea un momento bueno o malo.
La búsqueda de la felicidad en cosas externas a ti causará inevitablemente sufrimiento, pues se busca en un deseo de un futuro mejor donde si conseguimos “X” seremos más felices, impidiendo que valoremos y disfrutemos de lo que Aquí y Ahora ya tenemos.
Para mí explicar lo que es el propósito de la vida que dan los orientales (cambiando mucho el contexto y alterando mucho el significado de propósito de la vida) a un occidental, sería tan fácil como decir que el propósito es vivirla planamente. Vivirla plenamente no significa estar haciendo constantemente cosas que nos reportan placer, significa que la vives con madurez en un Aquí y Ahora, aceptando las cosas que te vienen y avanzando por ella hasta la muerte.
Pero eso no es una actitud pasiva, que sea plena implica que tenga crecimiento, crecimiento interno, personal, profesional y espiritual. Ese crecimiento hará que seamos mejores personas, más adultas, más maduras, no por lo que digan los demás, sino porque el simple hecho de crecer es parte intrínseca de la vida. El crecer produce una satisfacción inigualable con cosas externas.
Todos lo sabemos, las plantas, los animales, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Sin ninguna otra pretensión.
En los humanos los niños crecen sin pretensión alguna salvo que estén educados para vivir en sociedad, los adolescentes igual, pero les añadimos que tienen que estudiar. ¿Por qué cuando se llega a edad adulta dejamos de crecer interiormente?. Porque nos hemos ido del camino de la VIDA y por eso tenemos problemas serios con el Mundo como el cambio climático, contaminación de las aguas, extinción de animales, etc.
Si sufrimos en occidente mucho y vemos que no estamos siendo respetuoso con la Naturaleza poniéndonos en peligro, y además estamos sufriendo ¿por qué no cambiamos la forma de mirar las cosas y las miramos desde otras perspectivas?.
¿Qué dicen otros autores sobre el Propósito y la Resiliencia?
Te he dado mi versión sobre la importancia de tener un propósito en la vida que sea interno y a ser posible elevado, pero lo he hecho con un cierto sesgo por mi formación en metafísica y estudios en filosofía oriental. Así que en esta sección te contaré, explicaré y debatiré sobre se escribe en internet al respecto otros autores occidentales sobre propósito y resiliencia. He decido separar las dos cosas porque no quiero mezclar churras con merinas, lo mismo una versión te resuena más que otra.
Los objetivos son acciones o pasos concretos que realizan las personas para alcanzar un propósito en particular.
Las metas, por su parte, son el resultado de una serie de condiciones que una persona desea alcanzar en un determinado espacio de tiempo plazo y largo plazo se caracterizan por ser intangibles y menos fáciles de medir.
Una de las diferencias más importantes entre los objetivos y las metas es la medición. Los objetivos, al tener resultados específicos, pueden ser medidos con facilidad. Las metas, en cambio, al tener resultados abstractos, no permiten ser medidas con exactitud. Otras diferencias entre los objetivos y las metas son las siguientes:
- Los objetivos son específicos, tangibles y concretos, mientras que las metas son genéricas, intangibles y abstractas.
- El periodo de acción de los objetivos es de corto o mediano plazo, mientras que las metas son de largo plazo.
- El principio de los objetivos está basado en hechos, mientras que el de las metas está basado en ideas.
- Los objetivos son medios para conseguir un determinado fin, mientras que las metas pueden considerarse como fines en sí mismos o resultados finales.
La resiliencia no es una fuerza vital o una cualidad, sino un proceso de aprendizaje continuo, que nos hace adaptar nuestro carácter para superar las situaciones adversas que se nos presenten, saliendo adelante.
Por eso, quienes muestran una resiliencia más extraordinaria son aquellas personas activas, vitales, abiertas a los cambios y que han demostrado optimismo frente a sus metas. Todo esto, en suma, no nos hace más fuertes, sino más abiertos a aprender de nuestros errores, de los accidentes del camino, y a buscar con optimismo y decisión cómo salir adelante.
Al margen de opciones personales, el sentido de la vida es vivirla. Y lo que caracteriza a nuestra existencia es vivir ciclos que nos transportan a la siguiente época. De la tierna infancia a la juventud, de ahí a la adolescencia, después llega la madurez, la maternidad, la edad más adulta, madura y vejez. Todas las etapas de nuestra vida nos sitúan ante retos que superar.
Ante las situaciones adversas de la vida llega el momento en el que las superamos, aprendemos, y descubrimos que todo depende del punto de vista desde el que se mire. Todo lo que nos ocurre en el presente tiene una importancia capital, y creemos que puede trastocar por completo nuestro futuro, y con el paso de los años y de las épocas vitales (infancia, juventud, maternidad…) descubrimos que todo aquello que supuso un cambio, y que atajamos con resiliencia, a la larga se convirtió en parte de nuestra vida.
El tener propósito, objetivos y metas hace que veamos la vida con perspectiva. Que dejemos de ver el árbol que es el presente y que nos tapa el bosque y nos permite ver el bosque lleno de oportunidades. Nos permitirá ver nuestras vidas con distancia y realismo, pudiendo ver cosas que antes no veíamos.
Así mismo, los individuos que ven en su vida una posibilidad de trascenderla, mejoran sus vidas, son más felices y cuentan con muchas herramientas para enfrentarse a las situaciones complejas de la vida.
El propósito se refiere a la capacidad de una persona para encontrar un sentido en sus experiencias, así como de establecer metas significativas para su vida. Viktor Frankl (cuya vida te recomienda leas (Viktor Frankl https://en.wikipedia.org/wiki/Viktor_Frankl ) explica como propósito como “una fuerza interior, la responsabilidad que el hombre tiene de su existencia, el porqué de la propia existencia, el significado especifico de la vida de una persona en un momento dado o lo que la vida espera de nosotros”. En palabras de Vicktor Frankl (2001) “quien tiene un para qué soporta casi cualquier cómo”, como le ocurrió a él que soportó los campos de concentración nazi, donde perdió a toda su familia y tras su salida de los campos de concentración demostró su resiliencia y escribió el bestseller El hombre en busca de sentido (lectura muy recomendable).
En consecuencia se refiere al cumplimiento de una función o logro de algún objetivo basados en los valores de referencia particulares de cada persona. A su vez, se define por la intencionalidad de llevar al máximo las habilidades, de incrementar las potencialidades y seguir en continuo crecimiento como persona. El tener un Propósito de Vida permite sobrepasar sentimientos de desesperanza y depresión, y como consecuencia aumentar la voluntad de vida, indicando que la falta podría ser gravemente perjudicial para la salud del individuo.
De todo esto se desprende la vital importancia que encarna desarrollar y sostener un Propósito para estar firmemente arraigado en la vida. A su vez, algunos estudios destacan que el propósito en la vida no está presente al nacer, más bien se vincula a un período histórico específico de la vida de la persona y que evoluciona a partir de la construcción de la identidad y las relaciones con la sociedad, que está atravesada por un conjunto de valores, normas y roles únicos de su arquitectura social.
El significado que se da a la vida cambia de acuerdo con las distintas etapas que se van superando. Las personas son capaces de encontrar un sentido en su vida independientemente de las características demográficas y la educación recibida, y es posible que tener un sentido de vida permita lograr avistar más allá de los logros o derrotas del momento y ver las cosas en su debida medida.
Como veremos en el capítulo correspondiente las personas más espirituales o las personas religiosas son más resilientes porque encuentran un propósito a sus vidas en algo superior a ellos, encuentran respuestas a preguntas transcendentes, así como un apoyo en los momentos difíciles. Como luego veremos los caminos espirituales difieren de los religiosos, Los espirituales con la persona y la conciencia y los segundos son un acto de fe. En cualquiera de los dos casos, encuentran en ellos las energías, las fuerzas, las explicaciones para entender su existencia y les dan herramientas para poder enfrentarse a ellas.
Las múltiples investigaciones en el ámbito de la psicología acerca del Propósito en la Vida, han demostrado que aquellos individuos con baja percepción del mismo, tienden a la depresión, la ansiedad y están menos satisfechos con su vida. Por el contrario, las personas con mayor Propósito de Vida, presentan niveles más altos de felicidad responsabilidad, mayor autoestima y bienestar. Es decir que el propósito a la vida les hace ser más resilientes.
El nivel del Significado en la Vida no es independiente de los rasgos básicos de la Personalidad; según los resultados, una baja inestabilidad emocional, una alta extroversión y responsabilidad, potencian la presencia de un Propósito de Vida
La presencia de un propósito permite que la persona sea más resistente al estrés y a los problemas, ya que es más sencillo enfrentar situaciones difíciles y prolongadas en el tiempo, si existe detrás, una misión más amplia y profunda. Por consiguiente, se desprende que las personas con mayor propósito en la vida, presentan un menor impacto de eventos traumáticos vividos. Siendo así más resilientes.
Después de una crisis, de una situación negativa inesperada o de una tragedia, tener un propósito en la vida te ayudará muchísimo en la recuperación. De esta forma dejarás de focalizarte en lo sucedido y tendrás que desplegarte y movilizarte para alcanzar ese objetivo marcado. Pueden ser cosas sencillas, no es necesario complicarse mucho: hacer voluntariado una vez por semana, apuntarte a ese taller de literatura que tanto te gusta y que nunca habías practicado hasta ahora, empezar a tocar la guitarra, matricularte en la universidad a distancia, hacer una formación online…
Para terminar de hablar del propósito de la vida te voy a poner una frase que me ha gustado mucho “El sentido de la vida es una vida con sentido”. Me ha gustado porque resume el camino que lleva a la gente a crecer espiritualmente y empieza a preguntarse las preguntas fundamentales de ¿quién somos?, ¿para qué estamos?, ¿por qué sufro tanto?, etc. Esta afirmación conduce al camino espiritual, y si quieres también religioso, pero en cualquier caso a un crecimiento como seres humanos.
Objetivos y metas de personas resilientes
Ya vimos que las metas son ideas de a dónde queremos llegar, mientras los objetivos son cuantificables, son más específicos.
En el año 1953, investigadores de la Universidad de Harvard realizaron un estudio a un grupo de estudiantes. A los alumnos que realizaron dicho estudio, les preguntaron cuántos de ellos tenían sus objetivos por escrito. Además, también les preguntaron cuántos habían desarrollado un plan de acción para alcanzar dichos objetivos. Un 21 % de los alumnos encuestados reconocieron haber escrito sus objetivos, pero solamente un 3 % del global tenía por escrito además de los objetivos, un plan de acción con los pasos detallados para conseguirlos.
Veinte años después, en 1973, se comprobó el progreso que habían hecho aquellos alumnos. Los resultados que encontraron fueron sorprendentes. El 3% de alumnos que tenía sus objetivos por escrito y además un plan de acción desarrollado tenían más riqueza acumulada que el 97 % restante de sus compañeros.
Este estudio es una clara muestra de cómo enfocarnos hacia lo que queremos y comprometernos a realizar las acciones necesarias es la base para conseguir el éxito.
Definir objetivos hace que dirijamos nuestras acciones y esfuerzos hacia lo que queremos conseguir.
Carl Jung escribió: «Una meta establecida en forma apropiada es el cincuenta por ciento de lograrla»
Cuando una meta es difícil de conseguir, requiere esfuerzo o es importante para una persona, es recomendable escribirla, para que se recuerde y para comprometerse a lograrla.
La clave para alcanzar las metas es transformar esos propósitos en objetivos bien definidos: medibles, alcanzables, retadores, delimitados en el tiempo, específicos y positivos.
Una vez establecidos nuestros objetivos, será el momento de elaborar un plan de acción, que detallará paso a paso las acciones que realizaremos para acercar nuestro sueño a la realidad.
Hay que tener metas claras para tener claro qué es importante y qué se quiere conseguir.
- divide esa gran meta en pequeños objetivos
- comprométete con los objetivos y planifica en tu semana tiempo para trabajar en ellos
- establece un cronograma y tiempo de cumplimiento
- realiza seguimientos frecuentes de tu progreso
- revisa tus objetivos y metas, si tienes que cambiarlas por las circunstancias cámbialas, no te obceques, se flexible
- comunica a tu entorno tus objetivos, así te comprometerás más con los mismos
- aprende referencias de otras personas que han conseguido objetivos similares a los tuyos
- Arriésgate, si te equivocas no pasa nada, aprende del error y reorienta tus objetivos y metas.
Lograr los objetivos y metas no es fácil, implica esfuerzo, dedicación y constancia. Además, es necesario establecer valores que orienten nuestras acciones, valores como la honradez, integridad, responsabilidad e innovación. Algunos elementos importantes para considerar es el establecer prioridades, lograr las metas por etapas y asumir ciertos riesgos. El seguimiento continuo sobre los objetivos y metas propuestos va a permitir realizar los ajustes pertinentes.
Los objetivos deben ser SMART (Inteligente en Inglés), que es el acrónimo de específico (Specific), medible (Measurable), alcanzable (Achivable), relevante (Relevant) y con fecha límite (Time).
- Específico. Tu objetivo debe ser claro y bien definido. «Perder peso» o «ganar dinero» no funcionan como objetivos, sino que debe ser algo así como bajar 5kg, ganar 6.000€ más.
- ¿Se puede cuantificar el éxito del fracaso? Perder un gramo es técnicamente perder peso. Recibir un centavo es también ganar dinero. Las metas deben ser medibles para tener una posibilidad real de éxito.
- Los peores objetivos que puedes establecer son los inalcanzables. Tengo 28 años, es demasiado tarde para comenzar una carrera en la NASA. No importa los objetivos que establezca, convertirme en astronauta no está en mi futuro. Asegúrate de que los objetivos que te fijes sean alcanzables para ti.
- Relevante a tus objetivos más amplios. Las metas pequeñas deberían llevarte hacia objetivos más grandes. Si quieres obtener un ascenso en el trabajo, deberías considerar la posibilidad de adquirir nuevas habilidades, formarte o buscar maneras de asumir más responsabilidades. No elijas metas que te lleven en una dirección equivocada.
- Con fechas límite. «Algún día» es lo mismo que nunca. Tus objetivos no pueden ser vagos y abiertos. Simplemente no van a ocurrir. En cambio, debes poner una fecha límite realista a los objetivos que te fijes. Dependiendo de la meta, podría ser una semana, un mes, seis meses o incluso un año.
Tener una visión para la vida y fijar metas y objetivos para alcanzarla se puede comparar con la elección de un destino para las vacaciones y la planificación necesaria para llegar allí. El problema es que la mayoría de las personas pasan más tiempo planificando sus vacaciones de lo que le dedican a la planificación de sus vidas. Ellos van a la deriva, sin tener un rumbo fijo, esperando que algún día las cosas cambien.
Al igual que en las vacaciones, la elección del destino es más importante que la planificación del viaje en sí. Es relevante adquirir una visión para la vida. Hay que tener una imagen clara de lo que uno quiere lograr en el futuro.
Las personas resilientes planifican su vida, se marcan objetivos y metas y dedican tiempo para lograrlas, por eso tienen más éxito que los que no lo hacen.
Lo que muchos ignoran en la carrera del día a día es que nuestro principal activo no son los bienes que poseemos o el capital que tenemos invertido, sino nuestro tiempo. Mientras nos esforzamos arduamente en nuestras actividades diarias, el tiempo pasa inexorablemente. ¿No sería de mucho más provecho si encauzamos estos esfuerzos en un rumbo preestablecido?. Al respecto te recomiendo que leas mi libro: “Recupera tu vida. Gestiona tu tiempo y tu energía”. (https://www.amazon.es/RECUPERA-TU-VIDA-GESTIONA-ENERG%C3%8DA/dp/8417403280/ref=sr_1_1?crid=2JJHGPI2TAEC2&keywords=luis+arimany&qid=1663260161&sprefix=%2Caps%2C450&sr=8-1 )
Cada persona es responsable por las elecciones que hace en la vida. Uno de los remordimientos más grandes que podemos tener a futuro no es por lo que hicimos mal, sino más bien por lo que no hicimos. Por eso hay que elegir sabiamente y dedicarse conscientemente a fijar metas y objetivos para alcanzar la visión que tenemos en nuestro corazón.
¿Cómo puedes adquirir una visión para su vida?. Tómate un tiempo para pensar y meditar acerca de su visión y hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué es importante para mí?
- ¿Qué propósito tiene lo que estoy haciendo?
- ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar para que esto suceda?
Si logra contestar honestamente estas 3 preguntas vas a adquirir una claridad para su futuro que te va a dar las energías para levantarte en las mañanas y seguir perseverando hasta alcanzar tus metas.
Piensa en grande y no te dejes limitar por sus circunstancias actuales, ni por tus prejucios. No te quedes en la esfera de lo que tú consideras como posible.
Adquiere una visión que es emocionante y que valga la pena perseguir. A medida que caminas en una vida con propósito y visión, tu mente se va a expandir y ya no va a encontrar las cosas tan imposibles de lograr. Además tu mente estará continuamente buscando oportunidades que te lleven donde quieres llegar.
Una vez que vislumbra una visión para su futuro, cuantifícala. Por ejemplo, no basta con querer alcanzar la libertad financiera. Tienes que ponerle cifras. La libertad financiera para algunos es vivir sin deudas, para otros es ganar 50.000€ y otros piensan que es tener 500.000€ ahorrados e invertidos.
Ventajas de tener objetivos y metas para personas resilientes
- Los objetivos te dan dirección. Una de las razones por las que los objetivos son tan importantes es que te orientan. Cuando tienes metas claramente definidas, hacen que muchas de las decisiones sean fáciles. No necesitas gastar energía mental pensando en ciertos cursos de acción porque no se ajustan a tus objetivos. Si tu objetivo es perder dos kilos este mes y estás saliendo a comer con amigos y tienes que escoger entre la hamburguesa con grasa o la ensalada de pollo, entonces está bastante claro qué opción debes elegir. De forma similar, en un contexto profesional, si tu objetivo es trabajar para obtener un ascenso y tienes la opción de ayudar a tu jefe a preparar su presentación de PowerPoint para una conferencia o tomar una copa con un amigo, es fácil decidir.
- Los objetivos te proporcionan una manera para supervisar tu progreso. Los objetivos son una manera realmente poderosa de supervisar tu progreso y tu crecimiento personal. Al sentarse de manera regular y observar qué tan cerca estás de lograr tus metas, o de cuántas metas has alcanzado, podrás ver en qué áreas de tu vida estás teniendo éxito y dónde necesitas más trabajo. También podrás ver qué acciones son las que mejor están dando resultados en función de la rapidez o facilidad con la que estás logrando tus metas. Por ejemplo, si tu meta en los últimos tres meses era perder un kilo por mes, entonces deberías estar alrededor de tres kilos menos. Si es así, excelente, estás bien encaminado para lograr tu meta más grande de perder peso. Si no es así, entonces debes considerar en dónde vas mal y qué puedes hacer al respecto. También puedes utilizar los objetivos, o uno que estés logrando, para pronosticar el futuro. Si has perdido tres kilogramos en los últimos tres meses, deberías tener tres kilos menos en otros tres meses.
- Los objetivos te hacen responsable. Otro de los propósitos principales de los objetivos es que te hacen responsable de tus acciones. Ya hemos dicho que las personas resilientes son responsables de sus actos y enfocan sus esfuerzos en su zona de control. Si has decidido que quieres hacer algo, debes tomar los pasos necesarios para lograrlo. Si no alcanzas tus objetivos de manera constante, entonces sabes que necesitas trabajar más duro y tomar medidas enérgicas contra las acciones que estás adoptando y que no están cumpliendo con tus objetivos. Lo opuesto también es cierto: si está logrando fácilmente tus metas, probablemente debas desafiarse más. Las metas no deberían ser demasiado fáciles de alcanzar; si lo son, entonces no son metas realmente.
- Las objetivos son motivadores. Otra razón por lo que es importante establecer objetivos es que alcanzarlos es increíblemente motivador. Cada uno es un triunfo. También estarás mucho más motivado para establecer tus siguientes metas, salir e intentar alcanzarlas. Incluso los objetivos pequeños son motivadores. No siempre necesitas aspirar a la luna. Por ejemplo, si deseas perder peso, te esfuerzas en el gimnasio y luego, al final de la semana, pesas un kilo menos, te sentirás bastante bien y deberías hacerlo. Estás haciendo lo que decidiste hacer. Los objetivos le dan a la persona resiliente el sentido del deber.
- Los objetivos te ayudan a concretar lo que realmente quieres. Las acciones hablan más que las palabras. Si hay un objetivo que te fijas cada año y nunca logras alcanzarlo, o incluso hace mella, entonces necesitas dar un paso atrás y analizar realmente tus prioridades. Hay muchas cosas que las personas asumen que deberían querer y por eso dicen que las quieren, pero nunca las respaldan con ninguna acción.
- El fin de año o el comienzo de curso escolar es un buen momento para reiniciar. No existe absolutamente ninguna razón para que no puedas reevaluar tu vida y fijar un conjunto completo de nuevos objetivos en un martes cualquiera de mayo, pero la mayoría de la gente no lo hace. En cambio, la mayoría de las personas, entre los que me incluyo, consideran que los plazos arbitrarios, como los cumpleaños y el Año Nuevo, el fin del verano, son el mejor momento para establecerlos. Te dan una línea firme y predecible en la arena, como, «desde el primero de enero, ya no voy a fumar». Dicho esto, si tomas en serio el crecimiento personal, entonces no puedes hacer lo habitual de no cumplir con tus propósitos de Año Nuevo antes del 2 de febrero. Necesitas seguir estableciendo y apegándote a tus objetivos. Después de que tu entusiasmo inicial se haya desvanecido, necesitas analizar lo que estás haciendo y averiguar cómo puedes mantenerte motivado para continuar en el camino. Debes mantener el empuje que tuviste a principios de año, por eso no debes de perder nunca de vista las metas finales y asumir que si no trabajas en tus objetivos, nunca llegarás a ellos.
Implacable con los objetivos
Cuando establecemos las metas y objetivos de nuestra vida, éstas están en consonancia con nuestro propósito porque las hemos establecido en función de lo que consideramos más importante en nuestra vida y por tanto deben tener su hueco en nuestra agenda.
Como digo en mi libro de gestión del tiempo, “Recupera tu vida. Gestiona tu tiempo y tu energía” (Disponible en Amazon https://tinyurl.com/25rvjmf9 ) , lo importante siempre debe ser lo primero o como dice el dicho “lo primero va antes y el resto va detrás”.
Si los objetivos están en consonancia con nuestras metas, entonces deben de tener su espacio en nuestro calendario y debemos actuar de acorde a ello. Lo típico que dice la gente es que para ellos la familia es lo primero, sin embargo, por el trabajo, compromisos sociales y por otras cosas a penas les dedican tiempo a sus familias. Si tu familia es lo primero, quitando las 8h diarias de trabajo, del resto de tiempo del día, tu familia tiene que ser tu prioridad, y si no es así, te estás haciendo trampas al solitario.
Cuando establecemos objetivos tenemos que ser implacables con ellos, debemos de dedicarles tiempo, debemos dedicarles energías y si es necesario recursos económicos o de otro tipo. Pues ya hemos dicho que para nosotros es lo más importante.
Pero un problema que tiene la mayoría de la gente es que no se sabe gestionar el tiempo. ¿Quieres que te de tiempo para tus objetivos y metas y que te ayuden a establecerlas?, entonces lee mi libro “Recupera tu vida. Gestiona tu tiempo y tu energía” (https://www.amazon.es/RECUPERA-TU-VIDA-GESTIONA-ENERG%C3%8DA/dp/8417403280/ref=sr_1_1?crid=2YCDQ7ZXHNTUT&keywords=luis+arimany&qid=1662488136&sprefix=%2Caps%2C72&sr=8-1
Que prefieres otro autor, te recomiendo lo 7 Hábitos de gente altamente efectiva de Stephen Covey.
¿Que no quieres un libro?. Léete mi post sobre gestión del tiempo https://www.luisarimany.com/la-gestion-del-tiempo/
Pero no hay excusas, la gente piensa que el tiempo o la vida les domina, cuando no es así, simplemente no sabemos gestionarlo, no sabemos priorizar y no tenemos en cuenta nuestras prioridades vitales.
No me voy a meter más en el tema porque no tiene sentido te enseñe en este libro a gestionar tu tiempo para conseguir tus objetivos, pero sí te adelanto que es más fácil de lo que te puedas pensar, es simplemente tener método y tener las cosas claras. Más no puedo hacer por ti más que plantearte estas preguntas: ¿dedicas tu tiempo a lo que quieres o tus circunstancias te comen?, ¿avanzas en tus objetivos?, ¿eres feliz?, ¿dedicas todo el tiempo que te gustaría a lo que quieres? Si la respuesta es No a una o varias de estas preguntas es que tienes un problema de gestión del tiempo y gestión de la vida.
Descarga gratis libro «La Resiliencia»
He escrito un libro llamado “Resiliencia” donde trato en detalle la Resiliencia, las características de una persona resiliente, así como las formas de mejorar cada una de las características. Al final del libro cuento mi historia personal para que veas cómo a lo largo de mi vida y mis circunstancias adversas he ido creciendo y me he ido haciendo cada vez más resiliente.
También si necesitas ayuda para afrontar tu situación actual ponte en contacto conmigo porque te podré ser de gran ayuda. He hecho coaching, cursos de formación y he dado conferencias.
Descarga Libro GratisDescarga Libro GratisReferencias de propósito y resiliencia
https://www.hola.com/estar-bien/20181217134353/resiliencia-encontrar-sentido-vida-cs/
https://revistanuve.com/el-sentido-de-la-vida-es-una-vida-con-sentido-la-resiliencia/
https://blog.worldvision.org.ec/10-formas-de-construir-resiliencia
http://www.actitudespositivas.com/por-que-es-importante-establecer-metas-y-objetivos/
https://business.tutsplus.com/es/tutorials/why-is-goal-setting-important–cms-32362
https://www.larepublica.net/noticia/importancia-de-tener-un-proposito-en-la-vida-y-objetivos-y-metas
https://psicologiaymente.com/miscelanea/ejemplos-de-objetivos
https://www.lifeder.com/metas-personales-objetivos/
https://www.lifeder.com/metas-personales-objetivos/
https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/psicologiasocial/article/download/3504/4292